Esta semana en Madrid estamos encontrado una nueva revolución juvenil, y no tan juvenil, para incrementar la presión sobre los partidos políticos en pro de las nuevas elecciones municipales y autonómicas.
La revolución es necesaria cuando los partidos políticos van encaminados a solo ser eso, partidos políticos. En la situación que atravesamos estamos siendo espectadores de una cuestión obvia: los partidos luchan cada vez mas por sus "partidos", por sus "miembros" defendiendo lo indefendible y olvidando su ideología y los valores.
Al final, la política en nuestro país se ha convertido en el refugio de los caraduras y de los vagos. Caballeros y señoritas, los ladrones ya no van vestidos de negro, ahora se visten con traje.
Papa, papa...¿por que no te haces político?
No puedo hijo, tu madre no quiere lujos.